1 de abril de 2010

La magia de la Champions League


Entre este pasado martes y ayer hemos podido disfrutar de una apasionante jornada de Champions League, en la que los partidos decisivos de la competición han empezado a jugarse. Los cuartos de final han vuelto con ese sabor añejo a Champions, con esa emoción característica de la mejor competición continental de clubs y con dos enfrentamientos estelares entre cuatro de los equipos más laureados del fútbol europeo.
Un Bayern-Manchester United siempre trae buenos recuerdos a la memoria de los más veteranos aficionados al fútbol. Como olvidar aquella final del Camp Nou, en la que un excelente Bayern con los Kahn, Matthäus, Effenberg o Basler se enfrentaba a un no menos potente Manchester United con figuras como Schmeichel, Beckham, Scholes, Giggs o el mítico Teddy Sheringham. Como olvidar aquellos goles de Solskjaer y Sheringham en un minuto, que elevaron a Ferguson a la gloria continental bajo el cielo de Barcelona, sumiendo al Bayern en la más cruel de las derrotas, de la que se resarciría unos años después en la final de Milán ante el Valencia. Todos estos recuerdos probablemente rondaron el inconsciente colectivo de los aficionados que poblaron las gradas del Allianz Arena. El partido no fué quizás el mejor que se pueda ver a nivel futbolístico, pero estuvo cargado de intensidad. El United, gracias a un gol inicial de Rooney en un fallo flagrante de de Michelis, controló el partido sin grandes complicaciones durante la primera parte. El poblado centro del campo que planteó Ferguson tuvo el efecto deseado, maniatar al Bayern en la creación y llegar con la verticalidad propia de los diablos rojos. En la segunda parte se vió un mayor control de los bávaros, que empezaron a cercar la portería de un inspiradísimo Van der Sar, que demostró como la edad no tiene porque ser un handicap en el fútbol actual. Y entonces intervino la diosa Fortuna. Un lanzamiento de falta de Ribery golpeó en la barrera del United y se alojó en las redes del portero de Voorhout. La eliminatoria empatada. Y el azar todavía intervendría aún más en el partido. Tras una clara ocasión del hispano-alemán Gómez, Ivica Olic se encontró con un balón centrado raso al área que se coló entre una dormida defensa inglesa. El croata no desaprovechó la ocasión, y dejó la eliminatoria en un 2-1 que los diablos rojos tendrán que remontar en el teatro de los sueños. Nos espera aún más fútbol, en un duelo que se plantea apasionante con la vuelta de Arjen Robben al equipo muniqués y el fútbol de ataque que el United estará obligado a desplegar para remontar la eliminatoria.
El otro gran partido que todo aficionado esperaba era el choque entre el Arsenal y el FC Barcelona en el Emirates Stadium de Londres. Una filosofía muy similar, un común gusto por el fútbol al primer toque, y sobre todo, dos centros del campo con una galería de finos estilistas del balón. El encuentro no defraudó, al menos por parte de los catalanes, que en los primeros veinte minutos de juego ofrecieron una auténtica sinfonía de fútbol ofensivo y pausado que creo que tardaremos en olvidar. En estos minutos el Arsenal se vió totalmente superado, y de no ser por un sorprendentemente acertado Almunia, los gunners se habrían ido con un resultado abultado al descanso. Sin embargo, pese al gran juego ofrecido por los de Guardiola, los goles no llegarían hasta la segunda parte, en dos arrebatos de clase del sueco Zlatan Ibrahimovic, que se reivindicaba tras una desafortunada primera mitad. El primer tanto del espigado delantero fué una auténtica obra maestra, tanto por el pase de Xavi como por la ejecución, en perfecta vaselina ante un eso sí bastante mal colocado Almunia. El segundo, de potencia, ejecutando sin contemplaciones al guardameta navarro. Tras los goles del Barça el equipo de la ciudad condal bajó el listón un poco, permitiendo a Theo Walcott anotar en una internada muy propia del vertical extremo inglés. El Arsenal gozó de alguna ocasión clara, pero Bendtner no lograría materializarlas ante un inspirado Valdés. Finalmente, un dudoso penalty de Puyol, que acabaría con la expulsión del capitán del Barça, permitió a Fabregas anotar el empate, nivelando la eliminatoria en la que el Barcelona cuenta con una clara y merecida ventaja para el partido de vuelta. Esperamos más de los de Wenger en el Camp Nou, dado que anoche estuvieron incomparecientes durante gran parte del partido, y no resulta extraño, dado que probablemente unos amantes del fútbol exquisito como son los gunners prefirieron contentarse con contemplar la exhibición de los de Guardiola. En el Camp Nou tendrán que luchar y presionar más si quieren tener alguna posibilidad de remontar la eliminatoria.
En unos días, el desenlace de estos dos interesantes enfrentamientos.

2 comentarios:

Murr dijo...

Una errata, el pase del primer gol es de Piqué, no de Xavi.

1 de abril de 2010, 21:57
M.K dijo...

Jornada europea marcada de sorpresas y sobresaltos! El partido de londres no nos decepciono, y desde los primeros minutos con el mejor barça que hemos visto esta temporada, hasta con la remontada a partir de la salida de Wallcott, grandes diabluras hace este inglés!

Saludos desde alwaysfootballclub.blogspot.com

3 de abril de 2010, 12:55

Publicar un comentario

Seguidores

Anuns

VISITAS

contador de visitas