5 de abril de 2010

El hombre que vendió a Roberto Carlos


La historia casi siempre es injusta. Los grandes errores sumen a personajes dignos de entrar en la eternidad en el Leteo, en cuyas aguas sólamente algunos curiosos osan sumergirse. El inglés Roy Hodgson, probablemente pase a la historia por un error histórico, imperdonable. En la temporada 96-97, el manager inglés se desprendía de un desconocido lateral izquierdo brasileño con nombre de cantante, un tal Roberto Carlos. Quizás era demasiado ofensivo para el rigor táctico característico del fútbol transalpino. No muchos parecían lamentar su marcha a un Real Madrid construido por un Fabio Capello que en una temporada lograría sentar las bases de un equipo que con otros entrenadores lograría ganar dos Champions League. Roberto Carlos, por su parte, jugó la no desdeñable cifra de 11 temporadas en el Santiago Bernabéu, convirtiéndose en el jugador no español con más partidos jugados en el club blanco. Hodgson quedaría condenado a un peregrinar por equipos menores, señalado por tal error histórico y por una no demasiado exitosa etapa interista.
Sin embargo, en la historia, como en la vida, no podemos quedarnos con detalles sincrónicos para evaluar lo diacrónico. Hodgson ha sido uno de los managers más importantes del fútbol inglés, y un repaso a su dilatada carrera nos permitirá apreciar con más detalle una trayectoria cargada de interesantes logros.
El entrenador londinense comenzaría su trayectoria en el fútbol escandinavo, concretamente en la Allsvenskan, dirigiendo al Halmstads sueco. Su trabajo dentro del conjunto del sur de Suecia fue bastante existoso. En cinco años lograría conseguir dos coronas de liga, algo impensable para un conjunto que antes de la llegada de Hodgson luchaba por evitar el descenso. Tras un paso irrelevante por el Bristol City, el técnico inglés volvería a Suecia, en este caso a las filas del Örebro para posteriormente recalar en el Malmö, uno de los históricos del fútbol escandinavo. Bajo su dirección, los Himmelsblått lograrían cinco campeonatos consecutivos y dos trofeos de copa, grabando su nombre con letras de oro en la memoria de los aficionados azulcelestes. Sin embargo, la labor de Hodgson en el fútbol sueco no ha de ser juzgada únicamente por su exitoso palmarés en éste; conjuntamente con Bob Houghton lograría introducir el marcaje zonal en un fútbol demasiado germánico acostumbrado a los marcajes al hombre y a la defensa de cinco hombres al estilo de la Alemania de los años 70. Tras declinar un contrato vitalicio en el Malmö, este inglés errante se dirigiría a tierras helvéticas para hacerse cargo del Neuchatel Xamax, uno de los conjuntos míticos del fútbol suizo. Tras dos años exitosos en los que se produjeron victorias sobre el Celtic o el Real Madrid, Hodgson se haría cargo del combinado helvético en 1992. Con los Schweizer Nati, Hodgson lograría un record histórico de victorias, llegando al Mundial de USA 94, en el que la aventura de una selección que contaba con grandes jugadores como Pascolo, Sutter, Sforza o Chapuisat acabaría en octavos de final ante la España de Javier Clemente. Tras clasificar a los suizos para la Eurocopa de Inglaterra en el 96, Hodgson se enfrentaría al gran reto de su carrera, dirigir a un Inter de Milán en su enésima búsqueda del Scudetto. Con los neroazurri lograría un séptimo y un tercer puesto, así como el subcampeonato de una UEFA que los italianos perderían ante el Schalke. Tras esta etapa italiana, Hodgson regresaría a las islas para dirigir a los Blackburn Rovers, a los que clasificaría para la UEFA en su primera temporada. Sin embargo, tras una segunda temporada de malos resultados, el Blackburn despedía a Hodgson, que probaría de nuevo suerte en el extranjero, volviendo brevemente al Inter como entrenador provisional para posteriormente volver al fútbol suizo al mando del Grashoppers de Zurich. Tras un año, el entrenador inglés volvía al fútbol escandinavo, en este caso al danés, llevando al FC Copenhague al título de liga en su única temporada en la capital danesa. La vuelta al fútbol italiano tras coger las riendas del Udinese no sería demasiado fructífera, ya que Hodgson duraría allí solamente seis meses, para posteriormente dirigir al Viking Stavanger tras un breve paso en los Emiratos Árabes Unidos. Con los noruegos Hodgson retomaría la senda del éxito, clasificando a los vikingos para la UEFA y obteniendo memorables victorias ante equipos aparentemente superiores como el Monaco o el Austria de Viena. Este buen papel captó la atención de los dirigentes de la selección finesa, que dieron a Hodgson el mando de la selección suomi. Con los fineses llegaría incluso a tener opciones para clasificarse para el Mundial de Alemania, hecho insólito en la historia del combinado finés. Tras este destacado papel llegaría de nuevo al Fulham para ser por fin profeta en su tierra, cogiendo a un equipo desquiciado en la temporada 2007-2008 (los cottagers se encontraban hundidos en la zona de descenso tras un nefasto comienzo de temporada) liderando poco a poco un proyecto que ha asombrado al fútbol europeo al llegar a los cuartos de final de la copa de la UEFA tras una memorable remontada ante la Juventus. Quizás Hodgson logre limpiar aquel borrón que la venta de Roberto Carlos supuso en su carrera si el equipo presidido por Al-Fayed logra alzarse con el entorchado continental. En cualquier caso, desde el Carril del 8 no podemos más que elogiar la trayectoria de un entrenador que en apenas tres años ha logrado hacer historia con el Fulham, pese a que quizás ésta sólamente recuerde que Roy fue el hombre que vendió a precio de saldo al que probablemente ha sido el mejor lateral de la historia.

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