Malos tiempos para los Bhoys

Malos tiempos para los Bhoys

Corren malos tiempos en la orilla católica de Glasgow. Tras la humillante derrota del miércoles ante el St. Mirren (4-0), la directiva de los celtas decidió destituir a Tony Mowbray, que llevaba desde el verano a cargo de los verdiblancos. La destitución es la culminación de una temporada nefasta, en la que el Celtic está a diez puntos de su eterno rival, los Rangers de Glasgow, que en una temporada rampante aventajan a sus archienemigos con una distancia prácticamente insalvable en el dual fútbol escocés. Las razones de esta miserable temporada del Celtic son varias. El equipo no ha logrado asimilar la marcha de Gordon Strachan, una leyenda del fútbol escocés que hacía las maletas al final de la temporada pasada tras el doblete de los Rangers. Mowbray llegaba tras un buen papel realizado en Escocia en el Hibernian, en el que consiguió terminar entre los cuatro primeros durante dos temporadas consecutivas; y un discreto paso por el West Bromwich Albion, al que descendió en su única temporada a cargo de los de Birmingham. Tras las negativas de Roberto Martínez, el técnico español del Wigan, y de Owen Coyle, el técnico del Burnley, hoy en día en el Bolton Wanderers, Mowbray se convertía en el decimosexto entrenador del Celtic, con el objetivo de retomar la supremacía en la liga escocesa, que desde la llegada de Walter Smith al Rangers, había adquirido un claro color protestante. La temporada no comenzó bien, con una comprensible eliminación en la previa de la Champions frente al Arsenal, pero sucesivas derrotas ante el Rangers y el fracaso en la Europa League han acabado con la destitución de un técnico que no ha logrado hacer funcionar a un equipo con jugadores de un buen nivel como el alemán Andreas Hinkel, ex del Sevilla, el portero polaco Boruc, el canterano del Barça Marc Crosas o la estrella de la selección irlandesa, Robbie Keane. A partir de ahora se hará cargo de los católicos Neil Lennon, antiguo jugador norirlandés del Celtic, que había colgado las botas la pasada temporada y que se encontraba en el Staff técnico de Mowbray. Con la temporada prácticamente perdida, Lennon deberá intentar acabar la temporada con dignidad y tratar de que la supremacía protestante en Escocia no sea demasiado humillante para los numerosos aficionados con los que el Celtic cuenta en Escocia e Irlanda.