25 de marzo de 2010

Cambiar de técnico

El Sevilla ha despedido a Manolo Jiménez como técnico del club hispalense. Salvo sorpresa, seguramente será el último que no acabará su temporada en el banquillo en la primera división española. Parece un buen momento para repasar cómo le han ido a los equipos que han tomado la siempre comprometida decisión de cambiar de entrenador.

Está claro que al empezar la temporada la suma de expectativas de los clubes es mayor que las posibilidades totales. Para que me entiendan: 2 aspiran a la Liga, 6 a entrar en Champions, 8-9 a estar en puestos Europeos y todos a salvarse. Si a ello sumamos que siempre hay un par de equipos que están por encima de sus expectativas, al final la Competición nos deja una serie de equipos que decepcionan a sus aficiones y, como no se puede cambiar de plantilla, toman la decisión de cambiar de entrenador cuando las cosas van mal.

Varios son los equipos en los no se ha cuestionado al entrenador (de manera genérica, siempre habrá alguien que esté en descontento con su trabajo):

Barcelona: el sextete es una garantía de por vida para Guardiola.
Valencia: buena temporada de los de Emery.
Mallorca: Manzano es el verdadero líder de la magnífica temporada de los isleños.
Deportivo: Lotina exprime al máximo un equipo cada año peor; aquí si hay que señalar que Lendoiro lo mantuvo cuando a mitad de la pasada temporada el Depor llegó a situarse a 5 puntos de la salvación.
Athletic: tras varias temporadas sufriendo, Caparrós ha tenido al equipo siempre entre los 10 primeros.
Getafe: pese a algunas voces discordantes, los de Michel están cuajando una buena temporada.
Sporting: el trabajo de Preciado es magnífico y su afición de siente plenamente identificado con su técnico.
Osasuna: Camacho salvó al equipo el año pasado, y es un técnico de total garantía.
Tenerife: aunque la situación del equipo es muy complicada, parece que hay cierta confianza en el trabajo de Oltra.

Varios son también los equipos que mantienen al entrenador pese a ciertas voces discordantes:

R. Madrid: sólo la actitud casi psicótica de su en el resto inteligente presidente, expresada a través de su gabinete de comunicación "Marca" puede explicar las dudas sobre el excelente técnico chileno y su notable temporada.
Espanyol: con la llegada de Pochettino la pasada temporada el equipo salvó una situación complicadísima. Aún así, el mal juego de este año y su constante coquetear con el descenso le han llevado a tener que afrontar partidos de "ultimátum".
Málaga: pese a un mal inicio de temporada, la paciencia con Muñiz le ha dado buenos dividendos al equipo andaluz, que ahora se sitúan 6 puntos sobre el descenso.

Nos quedan, por tanto 8 equipos que han cambiado técnico, por orden:

Atlético: Jornada 7 (6 puntos, 15º) el sambenito "técnico que conoce la casa" tan usado tras la irrupción de Guardiola, sólo fue efectivo la temporada pasada, cuando Abel sustituía a Aguirre y metió al equipo en Champions, gracias al estado de gracia en el que entró Forlán. Una mala confección de plantilla y un desastroso inicio de temporada fueron demasiado para el ex-portero. Quique Sánchez Flores, un seguro de vida, ha hecho un trabajo notable, recuperando a Reyes, alejando al equipo de la pesadilla del descenso y haciéndolo soñar el Copa y UEFA. Salió bien.
Racing: Jornada 10 (7 puntos, 17º) tras el buen trabajo de Muñiz y Marcelino en temporadas anteriores, con Mendía y muchos cambios en la plantilla no hubo demasiada paciencia. Portugal, que ya había sido técnico de la casa, ha hecho un buen trabajo, sobre todo sacándose de la manga a Canales, con el que el equipo está cerca de la salvación. Salió bien.
Zaragoza: Jornada 14 (12 puntos, 18º) tras ascender al equipo, Marcelino, excelente entrenador, fue víctima de un mala gestión en fichajes. Querido por la afición, la directiva pagó en él su nefasta gestión veraniega. Fruto de ella, aunque Gay (otro del club técnico de la casa) ha sacado al equipo del descenso pero no de la zona de peligro, es complicado determinar que hubiese echo Marcelino con los 7 fichajes llevados a cabo por el equipo en el mercado invernal. Salió regular.
Almería: Jornada 15 (13 puntos, 17º) justo un año duró Hugo Sánchez en el Almería. Lo justo para sacar al equipo de una situación complicada la temporada pasada y meterlo en otra este año. Destitución criticada, tanto porque el personaje es muy mediático como porque su sustituto no había dejado buenas sensaciones en sus últimas aventuras en los banquillos españoles. Aún así, Lillo, un hombre con mucha retórica pero con una trayectoria bastante mediocre, se ha destapado como una excelente temporada: 23 puntos en 13 jornadas y el equipo prácticamente salvado así lo ratifican Salió muy bien.
Xerez: Jornada 17 (7 puntos, 20º) el pobre Ziganda poco ha podido hacer con un equipo que, para celebrar su primera temporada en la máxima categoría, apenas es capaz de formar una plantilla completa. Mal asunto. Un cambio de presidente (lo que da cuenta de la estabilidad del club) propició un cambio de técnico en un equipo a priori deshauciado. Y aún así, la llegada de Gorosito ha sido catártica. 11 puntos en 10 jornadas y la mala trayectoria de otros equipos les permiten soñar con el milagro, algo en sí milagroso dado la trayectoria que les guiaba hacia una temporada absolutamente ridícula. Salió muy bien.
Villarreal: Jornada 20 (26 puntos, 10º) Tras un principio de temporada malísimo, 0 victorias en las primeras 7 jornadas, el equipo castellonense parecía recuperarse de la mala resaca provocada por la marcha del Pellegrini. Presumió de paciencia en esa díficil primera etapa de la que el equipo supo salir. Esa paciencia no aguantó después y se cargaron al buen técnico vasco y su prometedor proyecto. El equipo, cuya irregular temporada puede explicarse por una mala planificación de plantilla, lesiones de jugadores clave y la mala suerte con los arbitrajes (éstos si podrían quejarse de algo similar al Villarato), no ha mejorado con Garrido, otro del tan del ahora tan de moda "técnico de la casa". Salió mal.
Valladolid: Jornada 20 (18 puntos, 17º) Otro caso parecido al del Zaragoza, al ser cesado un técnico muy querido por la afición y muy bien considerado por los que saben de fútbol. Y además sustituído por otro del que ya podemos llamar "club" Guardiola: hombre que conoce la casa, pero sin experiencia, Onésimo. El Valladolid apela a la camiseta, a la afición o a las patadas, pero no al fúbol, cita a la que sólo acude Diego Costa de vez en cuando. Por eso sigue en descenso. Salió mal.
Sevilla: Jornada 28 (45 puntos, 5º) La excelente trayectoria del club hispalense en lo que va de siglo le ha llevado a considerar su clasificación actual una decepción. Cierto es que no está bien exigirse demasiado, pero también es verdad que el Sevilla de Jiménez no jugaba al fútbol, lo suyo era otra cosa, y además está instalado en un bache importante. Su afición apenas ha visto ganar a su equipo en el 2010 y la eliminación de Champions ha sido una gran decepción. Hay mucho jugador desaprovechado, sobre todo en la delantera y la directiva vería un serío revés económico quedarse fuera de la Champions. Todo esto es tan cierto, como que Jiménez merecía estar en la final de Copa a la que llevó a su equipo, y quizá una decisión más inteligente hubiera sido considerar cambiar de técnico a final de temporada, pues también es verdad que la plantilla del Sevilla merece un técnico a su altura y desde luego que Jiménez no lo es. Y los hay en el mercado.

En conclusión, nunca se sabe si es bueno el cambiar a un técnico a mitad de temporada. Este año hay casos más positivos que negativos. Además han sido pocos (ningún club ha cambiado de entrenador 3 veces), quizá provocados por la crisis económica. Lo que sí se puede concluir es que a quién peor le ha ido ha sido a quién se ha desecho de técnicos contrastados (Zaragoza, Villarreal o Valladolid) por gente de la casa sin experiencia. Sólo un técnico muy contrastado podría justificar el cambio en el Sevilla, y de momento parece que no lo tienen.




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