6 de junio de 2010

Laporta: Una primera temporada de cambios

Una vez ganadas las elecciones del 2003 a la presidencia del F.C. Barcelona, Laporta y su directiva encaraban una temporada muy difícil, pues tenían poco tiempo para actuar, la temporada 2003-2004 estaba a punto de dar arranque y contaban para ello con un equipo que venía a la deriva durante muchos años seguidos e inmerso en importantes problemas económicos.
Apoyado por una parte en los consejos de Johan Cruyff, y por otra en la labor del vicepresidente deportivo Sandro Rosell, cambió radicalmente las estructuras deportivas del club y fichó como secretario técnico al ex jugador Txiki Begiristain.
El primer problema lo encontró a la hora de encontrar al entrenador deseado para dirigir su proyecto, dio la baja a Radomir Antic a pesar de su buena labor, pues quería acabar con todo lo que recordara a la etapa pasada. Se buscaba un perfil de entrenador de la escuela holandesa y la primera intención fue la de fichar a Guus HIddink, pero éste rechazó el ofrecimiento pues el club barcelonista, con graves problemas económicos, le ofrecía un contrato inferior al que cobraba en el PSV Eindhoven. Posteriormente intentó fichar al entonces entrenador del Ajax Ronald Koeman, pero el Ajax quiso cobrar un traspaso que el Barça no estuvo dispuesto a pagar. Finalmente apostó como entrenador por el holandés Frank Rijkaard, pese a que apenas contaba con experiencia como entrenador, también sonó y mucho el nombre de Van Basten.
En cuanto a los jugadores, Laporta no pudo fichar al jugador que había anunciado durante la campaña electoral: David Beckham fichó por el Real Madrid. Sería el primer gran revés que se llevaría y el primer síntoma de que Laporta no era tan transparente como vendía, quedo claro que había engañado al socio. Aun así, a pesar del poco tiempo para preparar la nueva temporada y la falta de recursos económicos en el club, Laporta lideró una profunda renovación en la plantilla del primer equipo de fútbol: dio la baja a 12 jugadores, y se invirtió 44,4 millones de euros en siete incorporaciones (Ronaldinho (27 millones de euros), Quaresma (6m €), Rafael Márquez (5 m€), Luís García (4 m€), Mario (2,4 m€), Rustu (0 €), y Gio Van Bronckhorst (0 €).
Sin duda tras no poder fichar a Beckham, Laporta se vio obligado a echar el resto por Ronaldinho al que consiguió traer tras una dura puja con el Manchester United. Este fichaje hizo a la gente ilusionarse y olvidarse del fichaje frustrado del capitán del a selección inglesa.
En esta primera temporada como presidente, el equipo de futbol tan sólo conquisto la Copa Catalunya, y tuvo un comienzo muy complicado, llegando a estar Frank Rijkaard a mitad de temporada con más de un pie fuera del equipo y seguramente solo la difícil situación económica del club hizo que se mantuviera la paciencia con el técnico holandés, esta paciencia dio sus frutos y el Barça realizo una segunda vuelta de la liga espectacular tanto en juego como en resultados, con el refuerzo para la medular de Edgar David acabo encadenando hasta 17 partidos sin perder y finalizo segundo la liga, ese equipo comenzó a ilusionar de gran manera al aficionado azulgrana algo que se refleja en que se incrementó en 25.000 el número de socios del club, llegado a los 130.000 a finales del año 2004.
Las buenas sensaciones que transmitió el equipo de fútbol y la directiva durante su primera temporada convirtieron a Laporta en uno de los personajes más conocidos de Cataluña. Incluso se le nominó al premio de "Catalán del año".
Sin duda en esta primera temporada una de las medidas mas aplaudidas a Laporta por todos fue la de erradicar la violencia, en especial de un sector del grupo "Boixos Nois", medida por la que el presiente culé recibió insultos y amenazas de muerte de estos aficionados.
Pero en su primera temporada, Joan ya recibió las primeras críticas a su gestión. Se le crítico, en primer lugar, que aumentara en una media del 40% el precio de los abonos al estadio, cuando durante la campaña electoral había prometido que no aumentaría el precio del carné de socio (el carné de socio y el abono al estadio, de hecho, son dos carnés diferentes). En segundo lugar se le criticó que, en contra de lo prometido en la campaña electoral, no "levantara las alfombras" del club ni emprendiese acciones legales contra los anteriores dirigentes del club. También algunos sectores criticaron su excesivo protagonismo, al aparecer constantemente en los medios de comunicación.
A todo esto sumar la polémica que genero con otro recién llegado José María del Nido por el horario de un Barça – Sevilla, que acabo jugándose a las 00:05 de la noche para evitar un conflicto con la Federación.

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