MARCA y la construcción de la realidad

MARCA y la construcción de la realidad

Cuando los sociólogos Theodor W. Adorno y Max Horkheimer postularon en los años setenta la decisiva influencia de los medios en nuestra percepción de la realidad, nunca podrían haber imaginado el descaro con el que algunos de éstos llevarían a cabo esta práctica durante el siglo venidero. Es más, probablemente nunca podrían haber concebido que algunos de éstos asumen una profunda estupidez del lector, y partiendo de ésta, tratan de modificar su percepción de la realidad. Lo que a un lector medianamente inteligente parecería una auténtica desfachatez, se convierte en dogma. Gigantes por molinos de viento, bacias por yelmos, posiciones legales por fueras de juego, seriedad en incompetencia.
MARCA se ha convertido en aquellos magos a los que Don Quijote acusaba cuando las transformaciones de su enferma mente acarreaban resultados desastrosos. No sólamente se contenta este "periódico" con ofrecer opiniones sesgadas y un culto al cristianismo (espero que los lectores entiendan que no me refiero precisamente a Jesucristo); no se dan por satisfechos con ofrecer a sus lectores la delicada prosa de personajes como Pipi Estrada o Jimmy Jiménez de Arnau; todo esto no es suficiente. El periódico dirigido por Eduardo Inda ha conseguido superar la frontera de lo real, transformando la realidad según sus propios intereses. Quizás Inda sea un nuevo Houdini o una suerte de Uri Geller, ya se sabe que las apariencias engañan, y más las de los hombres.
Simplemente citaré unos pocos ejemplos del arte transformista de este periódico. Creo que todos conocemos ya la celebérrima manipulación de la imágen en el fuera de juego en Gijón, pero con el partido de Lyon de la semana pasada, Inda y su compañía de magos se han superado. Inda, Serrano y cía consiguieron transformar a posteriori la disposición del Madrid en el campo, ya que Pellegrini habría jugado con un doble pivote, cuando lo único que ocurrió fue un cambio de fichas, jugador por jugador, no de sistema, que siguió siendo el 4-3-3 con el que el equipo había comenzado a jugar mejor. A su vez, podemos encontrar un nuevo caso de construcción de la realidad, ya que supuestamente el Madrid podría haber perdido perfectamente 3 o 4 a 0. De la mayor posesión del Madrid, y del mayor número de tiros a puerta, no se dijo nada. Ni de la escasez de ocasiones realmente claras por parte del Lyon, amén del gol, que no dejó de ser un golpe de suerte. Tampoco percibieron el discreto partido de Cristiano Ronaldo, siempre es mucho más fácil buscar las cabezas de turco habituales, Pellegrini y Diarrá, que en mi opinión, no hizo tan mal partido. Pero los partidos los pierden Pellegrini y Diarrá, ganarlos los ganan CR9 o Guti.
Uno se pregunta que será lo siguiente. Quizás hasta consigan que Guti vaya a la selección y se convierta en uno de los mejores centrocampistas de todos los tiempos, quién sabe. Pero, ¿y si Drenthe dijera orgulloso que llega a casa todos los días a las cuatro de la mañana? ¿Qué titularían estos magos de la palabra? Nunca lo podremos saber, puesto que los magos, y los mentirosos, siempre tienen un as en la manga....